Según analistas de renombre, el peso mexicano se ha posicionado como una de las monedas más operadas a nivel mundial, tomando el puesto número 16 en el ranking global y afirmándose como la segunda moneda más líquida entre las economías emergentes, superada únicamente por el yuan chino.
Erik Norland, economista sénior de la Bolsa de Futuros de Chicago (CME), destacó la transformación del peso mexicano de una moneda de mercado emergente a una divisa principal. Atribuyó este cambio al impresionante flujo de inversiones que ha ingresado a México, impulsado por el fenómeno del nearshoring, que ha catalizado la confianza de los inversores extranjeros.
Las inversiones en equipos y fábricas han desencadenado un aumento significativo en los volúmenes de futuros del peso mexicano en el CME, lo que ha impulsado su posición en los mercados internacionales.
Janneth Quiroz, directora de Análisis en Monex Casa de Bolsa, subrayó la participación del peso en los mercados cambiarios globales, destacando su volumen de negociación diario de 114 mil millones de dólares, superando a otras monedas clave como el rand sudafricano y el real brasileño.
Gabriela Siller, directora de Análisis en Banco Base, respaldó esta posición al afirmar que el peso mexicano se ha convertido en la segunda moneda más líquida entre las economías emergentes, gracias a su capacidad de operar las 24 horas del día y a su régimen de libre flotación.